El nivel de náusea de una atracción hace que disminuya la higiene de los visitantes. El resultado depende  de la preferencia de intensidad de los visitantes. Si la atracción se ajusta a su intensidad preferida, su higiene disminuye menos. Si es demasiado intensa, perderán mucha higiene. Al usar los baños, los visitantes recuperarán su higiene al nivel máximo.